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ALAIAB en la consulta regional técnica de la FAO para la LARC 39.

Camilo Montes, presidente de ALAIAB, participó en la Consulta Regional Preparatoria para el 39.º período de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe (LARC 39), destacando el rol estratégico de la industria de alimentos y bebidas en el desarrollo sostenible de la región.
La reunión tuvo como objetivos revisar los avances desde la LARC 38, discutir el estado actual de los sistemas agroalimentarios, recoger las contribuciones de los Estados Miembros frente al Programa de Trabajo de la FAO 2026–2027 y preparar el camino para la próxima Conferencia Regional.

Durante su intervención, ALAIAB destacó el papel estratégico de la industria en la seguridad alimentaria, la nutrición, la sostenibilidad y el comercio en la región. Nuestra industria agrupa a 27 asociaciones de 16 países y reúne a más de 435.000 empresas96% de ellas mipymes—, generando más de 7 millones de empleos directos y cerca de 29 millones indirectos, lo que representa más del 20% del empleo manufacturero de los países de la región.

El presidente de ALAIAB señaló que América Latina y el Caribe enfrentan una coyuntura compleja, marcada por transformaciones en los sistemas agroalimentarios que requieren respuestas integradas basadas en ciencia, innovación y colaboración público-privada. Subrayó cuatro tendencias y desafíos centrales:

  • El comercio internacional: América Latina genera más del 14% de las exportaciones mundiales de alimentos (FAO), pero enfrenta crecientes medidas unilaterales que amenazan el acceso de productos agrícolas y procesados necesitamos marcos multilaterales que reduzcan barreras arbitrarias y garanticen reglas basadas en evidencia.
  • La coherencia regulatoria y la confianza del consumidor: urge contar con marcos armonizados y basados en ciencia, que integren salud, sostenibilidad e inocuidad sin fragmentación.
  • La ciencia como pilar fundamental: Recordemos que las políticas desvinculadas de la evidencia aumentan la desconfianza social y reducen la efectividad. El Codex Alimentarius debe seguir siendo la referencia global. Persisten narrativas y propuestas regulatorias que, al desvincularse del conocimiento científico, obstaculizan la formulación de políticas eficaces. La ciencia debe seguir siendo el eje rector de las decisiones públicas en materia alimentaria, nutricional y sanitaria.
  • La innovación científica y tecnológica: clave para enfrentar el cambio climático, reducir pérdidas y desperdicios, y mejorar la nutrición. Cerca del 30% de los alimentos se pierden o desperdician en ALC. Tecnologías como biotecnología, inteligencia artificial y sensores pueden reducir significativamente esta cifra.

En materia de políticas públicas, ALAIAB subrayó varias prioridades concretas. Entre ellas, la necesidad de fortalecer las alianzas público-privadas que integren a los pequeños productores en cadenas de valor, generando inclusión y empleo; cerrar la brecha en inversión en investigación y desarrollo, ya que la región destina en promedio solo el 0,8% del PIB frente al 2,4% de la OCDE; avanzar en la armonización regulatoria en inocuidad, sostenibilidad y nutrición, evitando fragmentaciones que dificultan el comercio intra-regional; y promover la educación al consumidor y la reducción del desperdicio de alimentos, que supera los 220 millones de toneladas anuales en ALC, cantidad suficiente para alimentar a millones de personas.

Finalmente, ALAIAB planteó que las prioridades del próximo bienio de la FAO deben fortalecerse en torno a los pilares de mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor. La industria reiteró su compromiso de trabajar junto a los Estados Miembros y a la FAO en la construcción de sistemas agroalimentarios más inclusivos, sostenibles y resilientes para América Latina y el Caribe.